Todavía es incierto el posible impacto de la pandemia del SARS-cov2 sobre la tasa de suicidios. Tenemos pocos estudios que hayan analizado la repercusión de otras epidemias anteriores sobre la conducta suicida en vista de las preocupaciones actuales sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en el suicidio. Se presenta un estudio donde se investigan los cambios en las tasas de suicidio en Taiwán en el momento de la pandemia de influenza de 1918-1920. Los autores encuentran que el impacto sobre las muertes por suicidio en 1918-1920 fue relativamente escaso, aunque algo mayor durante la segunda ola de la pandemia. Este hallazgo puede ser tranquilizador, aunque las consecuencias socioeconómicas de la pandemia actual pueden ser más desafiantes, especialmente si es duradera y requiere medidas de control a más largo plazo. Los impactos pueden mitigarse en la medida en que las mejoras en la tecnología de la comunicación y la ayuda telemática disponible permiten a las personas mantener la conexión social y recibir atención médica sin dejar de estar físicamente distantes. No obstante, se requiere más investigación dada la ausencia de evidencia clara del posible impacto de la pandemia en la salud mental de la población y el riesgo de suicidio, a fin de formular políticas que permitan optimizar la salud de la población.